EPISODIO 10: “La Cosecha del Olvido”

 





ESCENA 1: INTERIOR – SALA DEL DEIO – NOCHE


Jonathan está solo, recostado en su sillón. Frente a él, el pizarrón con símbolos. Un hilo rojo conecta las víctimas anteriores. Todas comparten un rasgo nuevo que Jonathan acaba de descubrir: cada una había participado, hace más de veinte años, de una misma conferencia académica privada en Mendoza, sobre genética y bioética. Jonathan garabatea algo en su libreta.


JONATHAN (voz en off):

"Olvidamos lo que nos conviene. Recordamos lo que nos atormenta. Lo difícil... es descubrir cuándo una memoria es una trampa tendida por uno mismo."


Una sombra se proyecta. Es Thelma.


THELMA (en voz baja):

—No dormís. Tampoco hablás. Y sin embargo... siempre descubrís algo.


JONATHAN (sin mirarla):

—Dormir es una forma de entrega. Y yo... ya no me entrego.


THELMA (cruzándose de brazos):

—No me desafíes con frases. Te respeto. Pero esto no se trata solo de vos.


JONATHAN (lento, casi irónico):

—¿De qué se trata, entonces? ¿De seguir reglas mientras alguien desuella a inocentes bajo nuestros pies?


THELMA (más fría):

—Se trata de confiar. Y vos no confiás en nadie, ni siquiera en vos mismo.


Silencio. La tensión es densa.


ESCENA 2: EXTERIOR – LUGAR DEL NUEVO CRIMEN – MADRUGADA


Una mujer mayor, profesora jubilada, ha sido hallada sin vida en su biblioteca personal. Sobre su espalda, tallado con bisturí: el mismo símbolo que Jonathan descubrió en el pozo del episodio 6. Pero esta vez, hay una frase en latín escrita con sangre:


"Memini ergo sum."

("Recuerdo, luego existo.")


Jonathan toma nota. Examina con guantes los estantes. Uno de los libros tiene una hoja marcada: un tratado de Leibniz.


JONATHAN (pensativo):

—El asesino no mata por ira, ni por placer. Mata para revelar una tesis. Cada crimen es una nota a pie de página... en un tratado que aún no sabemos leer.


Marccho lo observa desde atrás.


MARCCHO:

—¿Querés decir que esto es... filosofía criminal?


JONATHAN (asiente):

—Sí. Un manifiesto. Cada cuerpo, una parte del argumento. Y todavía no hemos llegado a la conclusión.


ESCENA 3: INTERIOR – DEIO – DÍA


El equipo debate. Thelma expone una hipótesis basada en datos digitales. Jonathan la interrumpe, educadamente pero con firmeza.


JONATHAN:

—La lógica no siempre deja huellas digitales. A veces, hay que leer lo que no está escrito.


THELMA (mordaz):

—O creer que todo es un mensaje cifrado... como si el mundo girara alrededor de tus obsesiones.


JONATHAN:

—No el mundo. Solo los cadáveres.


Silencio incómodo. Nadie interviene.


ESCENA FINAL: INTERIOR – ARCHIVO UNIVERSITARIO – NOCHE

Jonathan, solo, revisa los registros de la conferencia de hace 20 años. Encuentra una fotografía: las cinco personas asesinadas… y una figura borrosa en el fondo. Un nombre incompleto aparece en la ficha: Elias V.

Jonathan murmura:

JONATHAN:

—Elías... No sos un delirio. Sos el siguiente capítulo.

La cámara se aleja. Jonathan se queda con la imagen temblando entre los dedos. El fragmento de espejo que lleva en el bolsillo cae al suelo. Refleja, por un segundo, un rostro desconocido detrás de él. Pero cuando se gira, no hay nadie.



---


Comentarios

Entradas populares