“El síndrome del sabelotodo ilustrado”
Aula de profesores. Cafés tibios. Powerpoints abiertos. En la pizarra alguien dejó escrito en marcador: “Transversalizar el pensamiento desde la complejidad del sujeto cognoscente”. Nadie se atreve a borrarlo.
DIEGO
Hoy me crucé con uno de esos docentes que —sin que le preguntes—
te cuentan que hicieron un seminario sobre epistemología,
otro sobre antropología crítica,
y están leyendo a Foucault “en clave decolonial”.
Todo eso… mientras copian una fotocopia amarillenta para su próxima clase.
EDUARDO (con sonrisa contenida)
Ah, sí.
Los grandes navegantes del saber enciclopedista.
Catedráticos de la complejidad líquida.
Maestros del “atravesamiento interdisciplinario”
que no logran explicar con claridad ni una cita de Aristóteles…
pero saben perfectamente cómo redactar objetivos “situados en clave de alteridad”.
MÁXIMO (suspira, mirando el pizarrón)
El problema no es que no sepan todo.
Eso no lo sabe nadie.
El problema es que fingen haber leído todo… sin haber comprendido nada.
Y además se lo creen.
DIEGO
Tienen el don de hablar 45 minutos sin decir nada…
y aun así generar culpa en el que los escucha.
Como si tu falta de entusiasmo frente al “sujeto epistémico post-fordista”
fuera un signo de opresión internalizada.
EDUARDO
Es curioso.
Hablan de “cruzar saberes”
pero apenas pueden cruzar la calle sin un instructivo institucional.
MÁXIMO
Y repiten a Derrida…
como si lo hubieran entendido.
Pero no pueden leer a Santo Tomás porque “es muy rígido”.
DIEGO
Lo más gracioso es que se autodefinen como polímatas.
Dicen que “abordan lo pedagógico desde múltiples aristas críticas”.
Pero si les preguntás por Plotino, Piaget o Pascal…
te responden que eso “no está en la currícula del nuevo diseño situado”.
EDUARDO
Y no olvidemos su especialidad más refinada:
la redacción de proyectos con nombres cada vez más extensos.
Títulos que ocupan media carilla,
pero que no incluyen ni una hipótesis con sentido.
MÁXIMO
La verdadera polimatía es silenciosa.
Busca la unidad del saber desde el asombro.
Estos, en cambio, creen que el saber se acumula como stickers de congreso.
DIEGO
Quizás no son polímatas.
Son polimiméticos:
imitan muchas cosas…
pero no encarnan ninguna.
EDUARDO (riendo)
El sabio sabe que no sabe todo.
El verdadero ignorante… lo disimula con citas.
MÁXIMO
Y con eso arman una cátedra.
O peor… una carrera de posgrado.
DIEGO
Pero bueno, que sigan “deconstruyendo matrices de sentido desde la pedagogía crítica”.
Nosotros, mientras tanto…
seguimos leyendo a los clásicos.
Y dando clase en aulas reales, con estudiantes reales…
que no necesitan palabras rimbombantes,
sino presencia, claridad y verdad.
MÁXIMO (con una media sonrisa)
Y si además citamos a Pascal, Pieper o Tomás de Aquino…
que no se note.
No vaya a ser que nos acusen de usar conceptos… con sentido.
Notas
Polímata verdadero: busca la unidad del saber en profundidad, no en cantidad.
Saber académico real: se mide por la claridad con la que se transmite, no por el tamaño del vocabulario.
El docente auténtico: se reconoce por lo que deja encendido en el otro, no por lo que aparenta saber.

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